Esto lo escribí haces unos meses en algún momento en que estaba a punto de tomar una decisión importante para mí:
Adelante:
Voy a caminar sin mirar al frente, ni siquiera cuidar el paso viendo el suelo con la cabeza gacha para no tropezar como lo hacen muchas personas al ir transitando temerosamente por las calles después de un arduo día de trabajo en esta hostil ciudad. Esta ciudad que aliena a las personas y las confina a pequeños espacios de supuesta seguridad personal, hacinados, vacios, solos en pequeños departamentitos, pero más triste que nada solos. Eso definitivamente no es para mí, a mi me gusta caminar con la frente en alto con el viento en la cara y la sensación cálida del sol.
Aplausos. No sólo por el texto -que está muy bien escrito- si no por la actitud. Eso es todo chingá.
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